INTRODUCCIÓN
Rendir cuentas es una idea que puede parecer sencilla a primera vista. En realidad es un concepto que no sólo es teóricamente complejo, sino que su definición práctica y operación suponen la muy elaborada y fina articulación de un amplio conjunto de normas, actores, instituciones y procedimientos. Pedir que rindan cuentas es cosa fácil; diseñar y operar una política pública con ese propósito es mucho más difícil. Sabemos que rendir cuentas significa literalmente entregar o dar cuentas ante alguien, de ahí que rendir cuentas sea siempre una acción subsidiaria de una responsabilidad previa, que implica una relación transitiva y que atañe a la manera en que se dio cumplimiento a esa responsabilidad. La verdadera rendición de cuentas implica necesariamente un marco jurídico y político, es decir, un marco de responsabilidad que se desprende a la vez de obligaciones legales y públicas; del principio de legalidad y de un propósito democrático.
¿RENDICIÓN DE CUENTAS?
La rendición de cuentas es un
concepto que prácticamente está implícito en la definición de la democracia, ya
que los ciudadanos tenemos ese derecho y, en esta sociedad democrática, los
sujetos obligados deben de rendir cuentas acerca del manejo de los recursos.
Para que la rendición de cuentas
cubra la gran necesidad de los mexicanos de saber la gestión de la cuenta
pública, los servidores públicos deben de estar capacitados de forma apropiada,
para que la rendición de cuentas que se merece el pueblo mexicano sea
apropiada.
Es de suma importancia saber
identificar la diferencia entre la transparencia y la rendición de cuentas, ya
que la transparencia implica que los gobernantes hagan saber a los gobernados
aquellas decisiones que se tomaron con respecto al gasto público, es decir,
cuáles fueron los conceptos por los cuales se erogó a cuenta del erario
público, la forma de pago, el uso que se le dio a dichos bienes o servicios,
etc; la transparencia es sólo una parte de la rendición de cuentas.
Mientras que la rendición de
cuentas es todo el mecanismo que busca cubrir la necesidad de los gobernados de
saber cómo se manejan los recursos públicos, este mecanismo se conforma de
muchos engranes, la transparencia, la participación ciudadana, etc.
No podemos hablar de la gestión
pública sin mencionar alguno de estos conceptos, ya que tanto las instituciones
como los servidores públicos están obligados a transparentar un sinfín de
información a la que los ciudadanos tienen derecho al acceso.
Es importante que, como
ciudadanos, ejerzamos ese derecho que está resguardado por la constitución, ya
que el país ha tenido muchas etapas en las que hubo reformas, creaciones de
leyes, de órganos garantes, cuya finalidad siempre ha sido asegurar nuestros
derechos y exigir la rendición de cuentas por parte de las instituciones y
nuestros servidores públicos.
No obstante, la democracia que se
ha logrado a lo largo de los años, nos ofrece mecanismos no tan eficientes para
que los gobernados ejerzamos aquellos derechos que nos brinden seguridad en
materia de rendición de cuentas, resulta irónico, puesto que la responsabilidad
de los gobernantes de rendir cuentas acerca del manejo de los recursos públicos
sigue siendo muy cutre, muchos servidores públicos son indiferentes ante la gran
necesidad de los mexicanos que han tratado de obtener esos derechos mediante la
democracia, si los gobernantes mantienen esa postura, la necesidad de los
gobernados se verá insatisfecha
Es necesario instaurar un
mecanismo de rendición de cuentas que cubra las necesidades de los mexicanos,
que nos asegure la transparencia por parte de las instituciones públicas, y que
limite todo tipo de conducta que vaya en contra de la democracia y los derechos
que tenemos los mexicanos en materia de rendición de cuentas, que reafirme la
responsabilidad de los servidores públicos, que garantice una supervisión
minuciosa y haga efectivas las sanciones a quienes tengan conductas indebidas,
y que también obligue a la sociedad a involucrarse n este mecanismo de la
rendición de cuentas.
CONCLUSIÓN.
La auténtica rendición de cuentas es algo más que la transparencia: es una tarea obligada y permanente, con actores claramente identificados que llevan a cabo la vigilancia, el control y la sanción sobre los contenidos sustantivos del ejercicio gubernamental, en todas sus facetas, en un entorno legal y democrático explícito y abierto, que identifica con claridad las obligaciones que cada servidor público debe cumplir. Asimismo, es también un ejercicio de información pública; un medio a través del cual los gobiernos informan al público de sus actividades, de los recursos que han ejercido y de los resultados que han obtenido. La rendición de cuentas en México está apenas en sus primeros momentos de formación.
Las reformas constitucionales recién promulgadas obligan a completar la tarea legislativa y a buscar la implementación más rápida, coherente y viable de una política pública articulada con ese propósito. El cimiento constitucional recién concluido es ya un buen punto de arranque, pero las tareas legislativas pendientes y los desafíos organizacionales son muchos y muy variados. Incluyen a los tres poderes, a los tres ámbitos de gobierno y a todas las autoridades públicas. De modo que todavía estamos lejos, muy lejos, de rendir cuentas claras, objetivas, comparables, confiables y transparentes en México.
FUENTES CONSULTADAS
- Instituciones y servidores públicos responsables: Transparencia y rendición de cuentas en la gestión publica - Betzaida García.
- ¿Qué es rendición de cuentas? - Andrea Schedler
- Rrendición de cuentas y democracia. El caso de méxico- Luis Carlos Ugalde.
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