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TEMA 1 "Generalidades de la Transparencia y Rendición de Cuentas"


1.1 ANTECEDENTES

 MAPAS CONCEPTUALES
1.2 TRANSPARENCIA
                          

                              

1.3 RENDICIÓN DE CUENTAS

           

1.4 ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA





1.5 MARCO LEGAL DE TRANSPARENCIA, ACCESO A LA INFORMACIÓN Y RENDICIÓN DE CUENTAS

  • Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
  • Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública 
  • Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública
  • Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares
  • Reglamento de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental
1.6  INSTITUCIONES Y ORGANISMOS RELACIONADOS CON EL TEMA DE TRANSPARENCIA, RENDICIÓN DE CUENTAS Y ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA.

Dentro de los organismos garantes encontramos:
  • INAI (En el ámbito Federal)

El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) es el organismo constitucional autónomo garante del cumplimiento de dos derechos fundamentales: el de acceso a la información pública y el de protección de datos personales. 

Para el primero, garantiza que cualquier autoridad en el ámbito federal, órganos autónomos, partidos políticos, fideicomisos, fondos públicos y sindicato; o cualquier persona física, moral que reciba y ejerza recursos públicos o realice actos de autoridad te entregue la información pública que solicites. 

Para el segundo, garantiza el uso adecuado de los datos personales, así como el ejercicio y tutela de los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición que toda persona tiene con respecto a su información.

  • ITAIGro (En el Ámbito Estatal "Guerrero") Es importante señalar que este órgano garante cambiará de nombre de acuerdo al estado que corresponda, por ejemplo; ITEA (Aguascalientes), COTAPEC (Campeche), IAIP (Chiapas), por mencionar algunos.
El Instituto es un organismo público dotado de autonomía constitucional, especializado, independiente en sus decisiones y funcionamiento, imparcial, colegiado, con personalidad jurídica y patrimonio propios, con plena autonomía operativa, técnica, de decisión, gestión y administrativa, con capacidad para decidir sobre el ejercicio de su presupuesto y determinar su organización interna, responsable de garantizar el ejercicio de los derechos de acceso a la información, en los términos de la Constitución Federal, la Constitución Estatal, la Ley General y esta Ley (207). Con competencia en el Estado de Guerrero.

ANÁLISIS DEL VÍDEO SOBRE LOS NIVELES DE TRANSPARENCIA

Resulta alarmante el nivel de corrupción de nuestro país tan solo en 2017 y la comparación con otros países que cuentan con un índice muy bajo de corrupción; si bien es cierto, la legislación mexicana impone consecuencias para los actos de corrupción, desafortunadamente son muchos ordenamientos los que se quedan en el aire, permitiendo la ausencia de un estado de derecho.
En el video se muestran comentarios de un presidente, diciendo que la corrupción es un problema cultural, y pareciera que esta es la forma en la que nos da a entender que no puede hacer nada al respecto; sin embargo, tengo la idea de que el ejecutivo federal que resultó electo en las pasadas elecciones dará un gran paso en la lucha constante con la corrupción, y si en su sexenio no llegara a disminuir el índice tan ato de corrupción, estoy seguro de que cimentará las bases para que México esté al mismo nivel de los países en los que la corrupción por parte de sus servidores públicos ha sido reducida considerablemente.

Fundamentos de la transparencia.

La transparencia ha experimentado un conjunto de procesos que combinan relaciones tensas entre opacidad y publicidad; secreto y noticia, súbditos y ciudadanos; claroscuros y luces; centralismo burocrático y libertades individuales y colectivas; privilegios e igualdad que dan cuenta de cómo el poder público se diseña e implementa con la intervención de actores, organismos, estrategias, tiempos y objetivos puntuales. Estas dicotomías[1] han estado y están presentes en diferentes grados de impacto en la ruta que conlleva a fortalecer la transparencia como una política pública. Esto significa que la democratización del poder en razón de su distribución, apertura y accesibilidad, no son acciones ni procesos mecánicos, sino que forman parte de luchas, presiones, demandas y respuestas que se conjugan para dar vida al avance de las sociedades modernas.
La transparencia se inscribe en la lógica de las tendencias democráticas que apuntan a que el poder sea más público y, en consecuencia, más responsable ante el motivo central de su existencia: los ciudadanos.
La naturaleza del poder en sustantivo, sobre todo del Estado moderno, se caracteriza porque alude a las categorías como imperium y dominación, lo cual indica que se trata de un poder que se constituye para ordenar, imponer y ser obedecido, a fin de evitar que los individualismos egoístas se impongan en la vida asociada con ventajas para unos y desventajas para otros.
Imperium alude a condiciones en las cuales existen normas y reglas que tienen que cumplirse en tanto imperativos que buscan asegurar formas y modos de gobernar, ya que una vez autorizadas, no queda más que cumplirlas, es decir, alude al carácter coercitivo del Estado a fin de garantizar el respeto por la autoridad y el sistema de instituciones que se constituyen para imponer incentivos positivos y negativos que permitan el goce positivo de las libertades, los derechos y las obligaciones de las personas que forman parte de la categoría sujetos jurídicos.
Dominación, por su parte, implica la capacidad de imponer a los demás la voluntad del poder con probabilidad de obediencia, y de esa manera asegura que el poder organizado de la sociedad <que es el Estado<, sea el único que tiene los medios para afirmarlo por cuanto portador del poder que sostiene los mandamientos del orden público, así como los procedimientos para hacerlos efectivos (García-Pelayo, 1985:44).
La eficacia del Estado se relaciona con el modo en que la sociedad desarrolla con regularidad las actividades productivas y de servicio que son fundamentales para impulsar el desempeño de la economía, así como la distribución de los bienes y servicios. Esto significa que todo orden jurídico y político se sustenta no solo en elementos de legalidad, sino también de legitimidad.

La legalidad deviene en que las autoridades y los habitantes de la sociedad ciñen sus conductas a lo prescrito en la normativa, entendida como parte de las reglas del juego que se definen para proteger el sistema de mandamientos públicos.
Tanto la legalidad como la legitimidad son atributos del poder democrático y, cuando se corrobora su vigencia, le confieren mayor grado de aceptación, lo cual equivale también a que sea reconocido por su capacidad para producir resultados eficaces. De ahí la importancia de que el poder estatal sea a la vez legal y legítimo, situación que debe cuidarse en todo momento para evitar que los poderes no estatales intenten descarrilarlo o ponerlo a prueba con acciones desafiantes.
El modo de gobernar es el campo en el cual se desarrollan las principales actividades del poder y en ese sentido, es un conjunto de procesos que apuntan por la existencia funcional de relaciones de complejidad que se han de gobernar para que el conjunto de la sociedad no sea dañado cuando se reproducen contratiempos naturales <como sismos y tsunamis< o artificiales <marchas y protestas<, todos ellos acontecimientos que impactan de manera diferenciada la regularidad de la sociedad. El modo de gobernar es el desafío que los Estados enfrentan en la sociedad contemporánea, dado que se relaciona no solo con su ámbito institucional, sino con las aptitudes que desarrollan para superar las dificultades que se derivan de vivir y convivir frente a otros centros de poder.
La coordinación imperativa se refiere a que una vez que se diseñan los sistemas de acuerdos y compromisos públicos, éstos se han de cumplir en razón de su espíritu y contenido, lo cual implica para la autoridad constituida la responsabilidad de hacerlos cumplir atendiendo a su obligatoriedad. En este caso, la fuerza del Estado se aplica para evitar que los partidismos, el espíritu corporativista o las posturas sectoriales traten de imponerse por encima del interés público, punto cardinal para que las autoridades y los ciudadanos se asuman como los garantes del orden jurídico y político que se organiza en el Estado.
La formación de los Estados modernos no implica que sean abiertos y transparentes desde su inicio, dado que son sistemas orientados a cumplir fines teleológicos que tienen como objetivo la conquista y retención del poder. Involucrados en estas prácticas, los secretos sustentan la eficacia del poder a fin de asegurar que las tareas de gobierno y administración se ejerzan en las mejores condiciones, que garanticen, sobre todo en las monarquías absolutas, que las fuerzas ofensivas y defensivas del propio Estado tengan un desenvolvimiento óptimo. La vida del Estado se rige por intereses objetivos relacionados con su naturaleza y sentido de operación. Esto significa que el Estado es una creación artificial a la cual se dota de los medios que posibilitan desenvolverse en ámbitos que tienen otros poderes y que debe gobernar para hacer viable la dirección de la sociedad.
El secreto se enlaza con la seguridad del territorio, de la población, de los recursos, bosques, ríos y montañas, con las tropas disponibles, los planes de acción, las estrategias de operación y la información que se tiene de otros centros de poder asentados en la estructura de la sociedad. Los intereses objetivos (Reyes Heroles, 2015: 232-233) del Estado se relacionan con su capacidad de dominio, control, dirección y coordinación de las fuerzas productivas de la sociedad. Son intereses que responden a su naturaleza (Reyes Heroles, 2015) la cual se forma de espacios geográficos, medios, acciones y decisiones que se combinan para potenciar su vigor como organismo político.
Estos puntos determinantes para la seguridad de los Estados, también son objeto de archivo y clasificación que cada país decide para que en algún momento pueda conocerse la información que se genera en relación con los mismos. El secreto forma parte de los valores, reglas y prácticas del poder con el fin de retenerlo e incrementarlo con base en la razón de Estado (Reyes Heroles, 2015: 216-217). Por eso ha tenido y tiene un lugar en el mundo de las instituciones y se protege con archivos, claves, nomenclaturas y lenguajes crípticos.
El liberalismo es el medio que garantiza la vigencia de los derechos del ser humano -libertad, igualdad, seguridad, propiedad-en escala universal. La libertad de las personas, entendidas como sujetos jurídicos, es el límite para que el poder estatal no invada la intimidad ni la privacidad de las personas. El liberalismo también reconoce los derechos del ciudadano -participación, representación, sufragio universal-para dar vida al juego del poder. La democracia en este caso, es la forma de gobierno que permite que el ejercicio del  poder no sea perpetuo, sino sujeto a término, vigilancia y sanciones para evitar su abuso o arbitrariedad. Tiene como ventaja que la renovación del poder sea de manera pacífica y s obre todo, que los ciudadanos tengan el derecho de elegir a quiénes serán sus gobernantes, además de emitir voto de recompensa o voto de castigo tomando en cuenta el desempeño de las autoridades públicas en su período de gobierno.[2]
El republicanismo proporciona los fundamentos para que el poder sea público, lo cual implica que los ciudadanos tienen la opción de acceder a él con base en reglas institucionales que se definen por medio de negociaciones y acuerdos en la esfera del poder legislativo. Es en el Estado de derecho (Rabotnikof, 2005) y en las sociedades democráticas donde la esfera pública y la privada se convierten en pilar de la convivencia moderna:
La consolidación de una esfera pública frente a otra privada en la vida de las gentes, su clara diferenciación pero mutua dependencia, fue una de las principales conquistas de la civilización moderna. Creó un ámbito de intereses comunes, autoridades compartidas y poderes legítimos, junto a sus espacios, frente a otro perteneciente a cada cual, inviolable, en el que no cabía inmiscuirse (Giner, 2011: 1).
Lo público (Rabotnikof, 2005: 28) alude a una diversidad de actores, movimientos y organizaciones que dan vida al quehacer colectivo desde diversos foros, aplicando estrategias diversas que permitan identificar como se forman demandas, se lucha por ellas y como las soluciona la autoridad constituida. Lo público es un sistema de interacciones, transacciones y corresponsabilidades que permite rebasar el esquema de las individualidades y las conductas antisociales para dar paso a la vida de lo colectivo sobre la base de estructuras, procesos y acciones de carácter interdependiente, con fundamento político. En consecuencia, “la sociedad que ha definido una esfera pública y se ha configurado así como privada se proyecta sobre lo público (en especial sobre el Estado) en forma de opinión pública, libertad pública o participación en los asuntos públicos” (De Cabo: 1997: 69).
El interior del Estado para fines de gobierno y administración se integra por un complejo de oficinas burocráticas que son el apoyo que sustenta las tareas de dirección, coordinación y evaluación a cargo de las autoridades. El complejo de oficinas gubernamentales se integra por áreas de asesoría, comités, comisiones, congresos, comités parlamentarios, consulados, contralorías, gabinetes, embajadas, juzgados, ministerios y tribunales con atribuciones públicas. Esta red de oficinas se encarga de dar movimiento institucional y organizativo al Estado sobre la base de agendas, planes, políticas, tiempos y recursos para llevar a cabo la preservación del interés público. En este sentido:
Públicas llamamos a aquellas organizaciones que, en contraposición a sociedades cerradas, son accesibles a todos, del mismo modo que hablamos de plazas públicas o de casas públicas. Pero ya al hablar de edificios públicos implica algo más que la alusión a su accesibilidad general; ni siquiera tendrían por qué estar abiertos al tráfico público; albergan instalaciones del Estado y ya solo por eso cabría predicar de ellos la publicidad. El Estado es la administración pública. Debe el atributo de la publicidad a su tarea: cuidar del bien común, público de todos los ciudadanos (Habermas, 1994: 41-42).
La importancia de la transparencia en las sociedades democráticas es una tendencia que se ha reforzado en los últimos 20 años de cara a las exigencias que impone la sociedad civil contemporánea. Alude su significado al imperativo de que las instituciones del Estado no provoquen dudas ni desconfianza sobre la forma en que se archiva y divulga la información público gubernamental, entendida como parte del patrimonio público al que tienen derecho los ciudadanos en los espacios públicos modernos.[3]
La postura que sostiene que la información pública es confidencial y por tanto, no divulgable, pierde terreno en la medida en que los vientos de la democratización arrecian para evitar que la operación de los Estados en materia de políticas públicas no sea susceptible de conocerse y evaluarse desde la sociedad, así como de los diversos foros públicos que fungen como toma de conciencia sobre lo que hace el Estado. Los secretos del poder son funcionales con la lógica de la democracia, aunque ésta tiende por definición a que los asuntos públicos estén a la vista de todos; situación propia de las sociedades que han eliminado las formas de poder que se caracterizan por el ejercicio autoritario del mismo y en consecuencia, adoptan medidas para evitar la irresponsabilidad del Estado:
La transparencia como política pública está asociada a la profundización democrática, a la buena gobernanza y a la prevención y combate a la corrupción. Por lo tanto, tales políticas serán consideradas eficientes si contribuyen a profundizar los niveles de democracia de los países y/o prevenir y combatir la corrupción (Moreira y Claussen, 2011: 132).
La transparencia abre la posibilidad a que se conozcan las entrañas del poder, sobre todo las que se relacionan con el diseño, la ejecución y la evaluación de las políticas públicas. La edad democrática -pesos, contrapesos, accesibilidad, publicidad del poder- en las democracias modernas, le confiere un lugar estratégico a la transparencia en los procesos relacionados con la toma de las decisiones, el diseño de las políticas públicas, así como los tiempos, modalidades y estrategias que se adoptan para hacerlas efectivas.[4]
La importancia de la transparencia en los tiempos de la sociedad contemporánea no solo se acrecienta, sino que es imperativa para dar cauce a sistemas de comunicación que favorecen el conocimiento de los archivos gubernamentales por parte de los ciudadanos. Únicamente los Estados refractarios al cambio social y político se oponen a la transparencia y al deseo de los ciudadanos para que la gestión clara de los asuntos comunes sea garantizada:
Si la necesidad organizacional de la gestión documental se comprende y asimila, entonces será un instrumento también de rendición de cuentas y de acceso a la información adecuado, endógenamente construido […]. En efecto, en vez de suponer que la gestión documental es un agregado de la organización impuesto por la regulación o la ley, ésta se convierte en una maquinaria lógica y endógena a la organización: sirviendo a la organización y sus tomadores de decisiones, estará construyendo las bases para servir también las necesidades de información de los ciudadanos (Arellano y Lepore, 2011: 223).
Los Estados en los que abundan relaciones de complicidad, cleptocracia, impunidad y privilegio son los opositores más férreos para que la situación que guardan los asuntos públicos no sea conocida, como es el caso de Libia, Nigeria, Siria, Somalia y Zaire. Pero hay casos de opacidad con impacto mundial -como el escándalo de la Compañía Enron en Estados Unidos de Norteamérica, la situación sobre la compañía Parmalat, los escándalos de financiamiento relacionados con la Democracia Cristiana en Alemania, la venta de armas de Argentina a Ecuador y Croacia, la desconfianza judicial en un juez en España, la guerra sucia en España, el caso “Provida”, el “Pemexgate” y “Amigos de Fox” en México (Salazar, 2007)- que corroboran la falta de transparencia en el manejo de los asuntos públicos.
En este sentido, la transparencia tiene como puntos cardinales la accesibilidad, la evidencia, la visibilidad y la publicidad, valores que responden a la dinámica del espacio público para que la información no sea ocultada a los ciudadanos. El sentido de la transparencia responde a la vigencia de las sociedades abiertas, liberales y democráticas que han asimilado los valores republicanos de la convivencia y, de ese modo, la confianza en las instituciones públicas se puede convertir en una tendencia que favorece la existencia de un poder público al servicio del público ciudadano.[5]
La visión de la transparencia como política pública, entendida como un curso de acción, inicia con el reconocimiento de un objetivo público y su necesidad se gesta y da forma donde hay público, en las organizaciones civiles o en el sector privado interesados en su proclama. Para ello, hay que ubicarla en la suma de apoyos organizados, activos y vigorosos que la pregonan hasta convertirla en agenda de gobierno, que es el momento en que se origina la política pública. De ese modo, las autoridades proceden a institucionalizarla con base en el juego de intereses y la correlación de fuerzas que son consustanciales al complejo desarrollo de la vida democrática.[6]
En las democracias contemporáneas la categoría información pública denota una valoración amplia y detallada y en cuanto la utilidad que produce, la convierte en una bien público que por definición, es accesible y visible a todos los gobernados a través de capacidades y rendimientos organizacionales. La información pública se ha convertido en una pieza fundamental tanto para los ciudadanos como para los dirigentes y administradores del Estado; de ser un conjunto de datos necesarios para tomar decisiones y otorgar servicios públicos, es ahora núcleo de los derechos que los ciudadanos tienen a disposición para conocer lo que el poder público realiza en su representación. Este hecho ha modificado el sentido institucional de la información al convertirla en materia puntual de derechos, políticas, responsabilidades y prácticas organizacionales que relacionan el ámbito público de los ciudadanos con el espacio público del Estado.
La demanda por la transparencia se asume como materia de debate público hasta formar una atmósfera de aceptación y legitimidad que suma apoyos para que ingrese a la agenda (Nelson, 1993: 106) de gobierno y reciba en consecuencia tratamiento administrativo, jurídico, político, presupuestal y organizacional, hasta convertirla en una ley y en un conjunto de disposiciones que detallan su ejecución y cumplimiento. En este caso, la transparencia ha recorrido el espacio público de la calle, los foros y la plaza donde se debate su importancia como política pública, hasta llegar a convertirse en un conjunto de disposiciones que la valoran con la categoría de mandato para la autoridad y derecho para los ciudadanos, definiendo así esferas de responsabilidad para unos y otros en un ejercicio que fortalece la interacción en los marcos de la democracia contemporánea.
Como valor y práctica de la vida democrática, la transparencia alude a preferencias que se tienen en la vida asociada para luchar hasta lograr que se conviertan en política pública, es decir, en una forma de intervención por parte de la autoridad, con el fin de asegurar el derecho de acceso a la información de la sociedad hacia el Estado. El valor de la transparencia se origina con mayor vigor en los ambientes en favor de la democracia y, en esa medida, ingresa al debate y deliberación públicos que son las herramientas con las cuales se atienden y resuelven de manera pacífica los problemas de orden público. La institucionalización de la transparencia implica procesos de deliberación, acuerdos, consensos y compromisos para su aprobación y ejecución. De este modo, tiene como base de su eficacia la racionalidad comunicativa que es producto de los actores, la sociedad y las autoridades que se entrelazan para elaborar e implementar los valores y propósitos que la sustentan como una política pública y como modo de vida tendiente a asegurar una mayor interacción entre los ciudadanos y el Estado.
La transparencia en la visión, lógica y práctica del Estado democrático de derecho tiene relevancia mayúscula, entendida como portadora de valores centrales para la vida colectiva y como política pública que responde a demandas que se orientan para que el poder no sea sordo, ciego y omiso. Los valores que concurren a favor de la transparencia son la apertura, la publicidad y el acceso, los cuales forman parte de la cultura democrática de las sociedades modernas. En este sentido, la transparencia se ha convertido en asunto de interés colectivo desde el momento en que la democratización del poder es una tendencia que caracteriza a la vida contemporánea. La transparencia es un medio de comunicación entre los ciudadanos y el Estado que habilita a que estos ingresen al mundo de las reglas de juego que se han de definir para destacar los procesos que conllevan a que la información público gubernamental entendida como un bien accesible y compartido tenga como destinatario al centro del quehacer colectivo que son los ciudadanos.




[1] División de un concepto o una materia teórica en dos aspectos, especialmente cuando son opuestos o están muy diferenciados entre sí.
[2] El fin básico que consideran los liberales para el Estado es el de proporcionar las condiciones necesarias para que exista el ejercicio de la libertad individual. El Estado debe existir en cuanto sirva para aumentar la esfera de la libertad de los ciudadanos y desaparecer en cuanto suponga un obstáculo para la misma” (De Cabo, 1997: 80).
[3] “Los ciudadanos tienen el derecho a hacer el seguimiento de las decisiones de interés público y, tal como en otras relaciones del tipo principal/agente, existen asimetrías en la información que definen esa relación” (Moreira y Claussen, 2011:131).
[4] “La transparencia, ya sea como política pública autónoma o como medida de auxilio, se ha vuelto común en todas las democracias contemporáneas. Las medidas y las políticas de transparencia efectivas, sin embargo, no implican la apertura de datos o la apertura de todos los datos. Las políticas de transparencia, para que produzcan los resultados esperados, deben tener un público bien definido y deben resguardar determinados datos e información” (Moreira y Claussen, 2011:132).
[5]  “En este sentido, en una sociedad democrática donde se privilegia la justicia, la igualdad, la libertad, la legalidad, la pluralidad, la tolerancia, la inclusión y el diálogo, resulta incongruente que prevalezcan organizaciones públicas [...] donde se practiquen antivalores o creencias de regímenes autoritarios” (Puente, 2011: 170).
[6] “Es habitual que el origen de las políticas públicas sea la agenda pública, el conjunto de temas que son objeto de discusión pública. La agenda es determinada en un proceso vinculado a la dinámica de relaciones de poder, a las características del sistema político y al tipo de relaciones existentes entre el Estado y la sociedad” (Lahera, 2000: 15).


Políticas Públicas de la Transparencia.


Gobernabilidad.
Las Naciones Unidas la definieron como "el ejercicio de la autoridad económica, política y administrativa para manejar los asuntos de un país a todos los niveles. Esto abarca los mecanismos, procesos e instituciones a través de los cuales los ciudadanos y los grupos pueden aclarar y expresar sus intereses, ejercer sus derechos legales, cumplir con sus obligaciones y mediar en sus diferencias".
Accountabillity.
El segundo de los conceptos relacionados es la palabra inglesa "accountability". La traducción habitual que en español se le ha dado a este vocablo es "responsabilidad" o "rendición de cuentas". Pero esta interpretación no refleja cabalmente la amplitud de la expresión inglesa, cuyo alcance implica "la responsabilidad fiduciaria de cumplir con las labores especificadas y de rendir cuentas en forma precisa y oportuna”.
Como última consideración previa a ensayar una definición posible de esta voz, no resulta ocioso referirnos al significado literal de la palabra transparencia, que remite a un cuerpo que permite ver los objetos o deja pasar la luz a través de él. Esta acepción nos orienta hacia su sentido metafórico: la luz es lo contrario de la oscuridad, y por ende la transparencia lo es de la corrupción, la que por su propia índole sólo puede acaecer en penumbras. Es esta relación de contrarios la que ha habilitado que frecuentemente se utilicen como sinónimos las expresiones políticas de transparencia y "políticas de prevención" (de la corrupción).
La expresión política de transparencia puede ser entendida entonces como un conjunto de estrategias y prácticas, basadas esencialmente en una amplia apertura y disponibilidad de información, que coadyuvan a la gobernabilidad y a la rendición de cuentas (accountability) en una organización.
Políticas de transparencia.
La expresión políticas de transparencia puede ser entendida entonces como un conjunto de estrategias y prácticas, basadas esencialmente en una amplia apertura y disponibilidad de información, que coadyuvan a la gobernabilidad y a la rendición de cuentas (accountability) en una organización. Estas políticas procuran instalar la mayor parte de la información existente (programas y proyectos, proceso de toma de decisiones, presupuestos, costos, recursos humanos y materiales, procedimientos internos, resultados obtenidos, etc.) frente a la mirada pública, facilitando los medios para su verificación, evaluación y seguimiento.
En su sentido amplio, la voz políticas públicas de transparencia suele utilizarse, como se dijo, como análoga de la expresión políticas de prevención de la corrupción en un determinado ámbito social o político.
En este marco, el concepto vincula de modo cardinal a los poderes del Estado con la sociedad civil y con el sector privado, por cuanto no se comprende el desarrollo de políticas públicas completas y eficientes de transparencia sin la participación, comunicación, deliberación, interacción, supervisión y control de dichos actores.
Por otro lado, hay autores que conciben una diferencia entre la transparencia pasiva (poder acceder a la información) y la transparencia activa (el deber de quien coloca la información o de quien lidera una organización de actuar proactivamente, comunicando y explicando todos los aspectos relevantes de su gestión).
ONU: "Manual de Herramientas contra la Corrupción"
La Organización de las Naciones Unidas fue una de las primeras organizaciones internacionales que recomendó una serie de políticas públicas de transparencia a través de lo que denominó "Manual de Medidas Prácticas contra la Corrupción".
Desde comienzos de los años '90 ha venido perfeccionando este Manual, una de cuyas últimas versiones incorpora como agentes y estrategias de lucha contra la corrupción algunos de los siguientes elementos:
1. Fortalecimiento y Construcción Institucional (Agencias Anti-Corrupción; Ombudsman; fortalecimiento del Poder Judicial y "accountability"; códigos de conducta; Comités de Integridad Nacional o Comisiones Anti-Corrupción; encuentros de integridad nacional y para desarrollar planes de acción; fortalecimiento de Gobiernos Locales).
2. Prevención (declaraciones de activos y pasivos de funcionarios públicos; creación de una autoridad de monitoreo internacional para la transparencia de los contratos del sector público en las transacciones comerciales internacionales; islas de integridad y pactos de integridad; grupos de coordinación de información: cooperación anti-corrupción del sector privado, reducción de la complejidad en los procedimientos y de la discrecionalidad).
3. Toma de conciencia (acceso a la información; movilización de la sociedad civil a través de la educación pública y de campañas de toma de conciencia; planes de acción anti-corrupción; capacitación de la prensa y periodismo de investigación).
Transparencia Internacional (TI): "Libro de Fuentes" (Source Book):
Este libro, publicado por primera vez en el año 1996 – y que ya ha sido traducido a más de veinte lenguas, adaptado a través de distintas versiones a contextos regionales y periódicamente actualizado – constituye, en palabras de Peter Eigen, un "primer paso en un camino metódico para asociar a los diversos grupos y actores que en conjunto forman lo que se puede denominar un sistema nacional de integridad".
Este concepto – Sistemas Nacionales de Integridad – es uno de los aportes fundamentales que esta organización mundial ha realizado en el intento por describir qué acciones componen un haz completo y eficiente de políticas de transparencia.
Un sistema de integridad, conforme TI, "ha de servir por un lado como una forma práctica de impedir el daño que la corrupción ocasiona a los intereses públicos y por otro como medio para estimular un ambiente en el cual se realce la calidad de las decisiones gubernamentales. En consecuencia, el objetivo no es la rectitud total o una cura o remedio temporal, sino un aumento de la honestidad o integridad del gobierno como un todo —enfocar por qué y dónde florece la corrupción y establecer sistemas y procedimientos específicos para prevenirla y reprimirla".
Transparencia Internacional define al Sistema Nacional de Integridad como "el conjunto de elementos que posibilitan que los distintos componentes del Estado y la sociedad civil se organicen y actúen con transparencia, eficiencia y eficacia".
Los Sistemas Nacionales de Integridad se caracterizan por un enfoque interdisciplinario que combina diversos elementos políticos, económicos, jurídicos, sociológicos y administrativos. Dada la complejidad del fenómeno de la corrupción, es necesario elaborar una estrategia integral para luchar en contra del fenómeno a través de las siguientes acciones:
- Instaurar reformas administrativas para reducir en lo posible, los conflictos de interés en la administración pública y controlar los actos de corrupción al interior de ésta. Es necesario contar con una estructura administrativa pública eficiente orientada hacia la consecución de objetivos claros y transparentes.
- Aplicar de manera efectiva el derecho administrativo como elemento común en cualquier sistema de integridad y la "accountability" en la toma de decisiones;
- Establecer mecanismos adecuados que ofrezcan a los funcionarios públicos y a los ciudadanos, medios para denunciar supuestos actos de corrupción y asegurar el control independiente de los sistemas y procedimientos;
- Apoyar a un poder judicial independiente, para que sus procedimientos y determinaciones constituyan una barrera efectiva contra la corrupción. Es necesario un liderazgo político que exalte los valores éticos públicos y privados, y sustente su aplicación.
- Fortalecer a las Entidades Superiores de Fiscalización (ESF) con el objetivo de que éstas garanticen la integridad y el buen manejo de los fondos públicos.
- Establecer oficinas "independientes" con suficientes recursos y autoridad para que luchen contra la corrupción.
- Desarrollar un sistema público de adquisiciones abierto, competitivo y transparente. La existencia de una economía de mercado regida por reglas de juego claras que se respeten y cumplan puede colaborar decisivamente en este aspecto.
- Apoyar el desarrollo de Códigos de Ética y Procedimiento por parte del sector privado, y promover el papel de medidas disuasivas legales contra las prácticas corruptas. Es necesario establecer un conjunto de leyes, reglamentos y códigos de conducta adecuados a las realidades sociales.
- Respaldar el desarrollo de mecanismos que promuevan la "accountability" y la transparencia en los procesos democráticos, tales como la supervisión de elecciones, el control de gastos de los partidos y la asignación de recursos estatales a éstos, entre otros;
- Fortalecer y orientar a la sociedad civil para que actúe contra la corrupción y apoye al proceso democrático. Es necesaria una sociedad cuyos valores sociales, económicos y políticos – "los hábitos del corazón" mencionados por Alexis de Tocqueville en La Democracia en América – apoyen la honestidad.
- Garantizar la existencia de una prensa alerta y libre que ejerza el papel de vigilante público.
- Promover la cooperación internacional en la lucha contra la corrupción.


Glosario:


1. Corrupción.
Consiste en el abuso del poder para beneficio propio. Puede clasificarse en corrupción a gran escala, menor y política, según la cantidad de fondos perdidos y el sector en el que se produzca.
2. Nepotismo.
Se trata de una forma de favoritismo, basada en vínculos sociales y familiares, en la que una persona que ocupa un cargo oficial aprovecha su poder y autoridad para conceder un empleo o favor a un familiar o amigo, aun cuando posiblemente no sea la persona más preparada para dicho cargo o tarea.
3. Peculado.
El servidor público que indebidamente utilice fondos públicos u otorgue alguno de los actos a que se refiere el artículo legal sobre el uso indebido de atribuciones y facultades con el objeto de promover la imagen política o social de su persona, la de su superior jerárquico o la de un tercero, o a fin de denigrar a cualquier persona.
Apropiaciones de recursos públicos.
4. Soborno.
Promesa, oferta o entrega de cualquier beneficio indebido a uno o varios particulares o servidores públicos, directamente o a través de terceros, a cambio de que realicen o se abstengan de realizar un acto relacionado con sus funciones o con las de otro particular o servidor público, o bien, abusen de su influencia real o supuesta, con el propósito de obtener o mantener, para sí mismo o para un tercero, un beneficio o ventaja, con independencia de la aceptación o recepción del beneficio o del resultado obtenido.
5. Cohecho.
Obtener beneficios adicionales a las contraprestaciones de su labor como servidor público.
Solicitar o recibir ilícitamente cualquier beneficio para hacer o dejar de hacer un acto propio de su función. Esto puede incluir intercambio de favores durante el proceso de aprobación del presupuesto de egresos.
6. Lavado de dinero.
Proceso de ocultar el origen, la propiedad o el destino del dinero obtenido de manera ilegal o deshonesta en actividades económicas legítimas para hacerlo parecer legal. Las políticas específicas para prevenirlo deben establecer acciones o requisitos necesarios para asegurarse, en la medida de lo posible, que los recursos recibidos de algún tercero no son de procedencia ilícita. Estas acciones ayudan a proteger a la empresa en caso de necesitar explicar alguna transacción ante las autoridades.

7. Paraísos fiscales.
Un paraíso fiscal es una zona geográfica, normalmente un Estado, cuyo régimen tributario impone unas cargas fiscales mucho más bajas en comparación al resto del mundo.
La existencia de paraísos fiscales se debe a que el régimen tributario existente en estos lugares está hecho de modo que pueda favorecer a los no residentes. Esto hace que gran número de personas o compañías tomen la decisión de establecer allí su domicilio fiscal legalmente. En ocasiones, ni siquiera viven en estos sitios pese a haber hecho estos trámites.
8. Gobernabilidad. (Accountability)
Se refiere semánticamente a la capacidad de ser gobernable y conceptualmente a la relación que se manifiesta cuando existe un estado de equilibrio en el ejercicio del poder político derivado de la solución de demandas sociales y la capacidad de los gobiernos de atender éstas de forma eficaz, estable y legítima. 
El nuevo patrón de gobernabilidad requiere redefinir el rol del Estado, las funciones que ejerce toda Institución en un modelo de gestión y profesionalización de la burocracia estratégica. Los mecanismos multidimensionales – “accountability”, permiten elecciones periódicas de poder político con una operatización de mecanismos fiscalizadores durante el mandato, medidas de control y sanciones para los que no cumplen con la normativa prevista.
9. Opacidad.
Falta de claridad o transparencia, especialmente en la gestión pública.
10. Transparencia.
Es el deber de todo Gobierno informar, dar cuentas y poner a disposición de sus ciudadanos la información pública.
11. Colusión de empleados.
Cuando un individuo, o un grupo, se pone de acuerdo con otros individuos para celebrar contratos, convenios o arreglos cuyo objeto o efecto sea obtener beneficios o ventajas indebidos.
12. Políticas de transparencia.
La transparencia política es una cualidad de la actividad pública que consiste en la apertura del Sector público a la divulgación de información acerca de su gestión. Una de las características de un Estado democrático es la obligación de todos los poderes públicos (la Jefatura del Estado, el Gobierno, el Parlamento, el sistema judicial y las administraciones, empresas y fundaciones públicas) de dar cuenta a la ciudadanía de todos sus actos, especialmente del origen y el destino de los recursos públicos, y así prevenir, detectar y sancionar los casos de incompetencia y de corrupción política.


13. Rendición de cuentas.
Rendición de cuentas significa que las personas, los organismos y las organizaciones (de carácter público, privado y de la sociedad civil) tienen la responsabilidad del adecuado cumplimiento de sus funciones.
14. Auditores a modo.
“A modo” es un término coloquial que se utiliza dentro de la política para referirse a algún funcionario público elegido o impuesto al gusto de los intereses particulares o personales de un grupo político, funcionario, etcétera.
Un “auditor a modo” es normalmente impuesto o designado al cargo de un órgano interno de control o un ente fiscalizador por la misma persona que será investigada, auditada o fiscalizada, siguiendo los intereses del funcionario por el que fue designado.
15. Participación ciudadana.
Conjunto de mecanismos para que la población acceda a las decisiones del gobierno de manera independiente sin necesidad de formar parte de la administración pública o de un partido político.
16. Abuso de funciones.
Tiene lugar cuando un dirigente, un superior o una autoridad se aprovecha de su cargo y de sus atribuciones frente a alguien que está ubicado en una situación de dependencia o subordinación.
Esto sucede en casos donde se utilizan corporaciones de la fuerza pública para impedir la ejecución de la ley, una resolución judicial o el cobro de impuestos; se retrasa o niega un servicio a un particular cuando se tiene la obligación de otorgarlo; se obtiene o solicita sin derecho o causa legítima parte del sueldo o remuneración de sus subalternos; y en la coalición de servidores públicos para tomar medidas contrarias a una ley o reglamento.
17. Tráfico de influencias.
Sucede cuando cualquier persona, particular o servidor público, tiene la capacidad de influir sobre otro actor para que lleve a cabo un acto en beneficio de él o de un tercero.
18. Conflicto de interés.
Son aquellas situaciones en las que el juicio de un sujeto, en lo relacionado a un interés primario para él o ella, y la integridad de sus acciones, tienen a estar indebidamente influenciadas por un interés secundario, el cual frecuentemente es de tipo económico o personal. Es decir, una persona incurre en un conflicto de intereses cuando en vez de cumplir con lo debido, podría guiar sus decisiones o actuar en beneficio propio o de un tercero.
19. Contraloría social.
La Ley General de Desarrollo Social establece que la Contraloría Social es “el mecanismo de los beneficiarios, de manera organizada, para verificar el cumplimiento de las metas y la correcta aplicación de los recursos públicos asignados a los programas de desarrollo social”; e indica, en el artículo 70, que “El Gobierno Federal impulsará la Contraloría Social y le facilitará el acceso a la información necesaria para el cumplimiento de sus funciones”.
20. Entes públicos.
El ente público es aquel que tiene las atribuciones para asumir derechos, y contraer obligaciones derivadas de las facultades que le confieren los marcos jurídicos y técnicos que le apliquen; es decir, que maneje, utilice, recaude, ejecute o administre recursos públicos.
21. Fiscalización.
Es el proceso de revisar, auditar y vigilar a detalle la congruencia entre los objetivos planteados y las metas alcanzadas en materia de contabilidad, finanzas, presupuesto, avances y beneficios económicos, adecuación programática y endeudamiento en cada uno de los entes de la administración pública y los Poderes de la Unión, en cada ejercicio fiscal. Implica controlar las actividades del Estado para confirmar que se ajusten a los principios de legalidad, definitividad, imparcialidad y confiabilidad. 
22. Información asimétrica.
La asimetría de información ocurre cuando una parte tiene más información que su contraparte acerca de las características del bien o servicio que es objeto de la transacción.
23. Derecho a la información.
El Estado debe garantizar el derecho de las personas para acceder a la información pública, buscar, obtener y difundir libremente la información en cualquiera de sus manifestaciones (oral, escrita, medios electrónicos o informáticos). El acceso a la información constituye una herramienta esencial para hacer realidad el principio de transparencia en la gestión pública y mejorar la calidad de la democracia.
24. Órganos garantes Federal y Estatal en materia de Transparencia y Acceso a la Información.
Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, INAI.
Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales del Estado de Guerroro, ITAIGro.










FUENTES DE CONSULTA

Economipedia. (s.f.). Paríso Fiscal. Obtenido de https://economipedia.com/definiciones/paraiso-fiscal.html
EDOMEX. (s.f.). ¿Qué es transparencia? Obtenido de http://edomex.gob.mx/que_es_transparencia
Gestiopolis. (s.f.). Accountability en la gestión pública. Obtenido de https://www.gestiopolis.com/accountability-en-la-gestion-publica/
INAI. (s.f.). Curso sobre la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Obtenido de http://cevifaipublica.ifai.org.mx/cursos/lftaip2/linea-de-tiempo.html
INAI. (s.f.). Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. Obtenido de http://inicio.inai.org.mx/SitePages/ifai.aspx
ITAIGro. (s.f.). Instituto de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales del Estado de Guerrero. Obtenido de http://itaigro.org.mx/
NEXOS. (26 de Abril de 2018). Glosario de la Corrupción. Obtenido de https://anticorrupcion.nexos.com.mx/?p=120
PRODECON. (s.f.). Procuraduría de la Defensa del Contribuyente. Obtenido de http://www.prodecon.gob.mx/
SFP. (s.f.). ¿Qué es corrupción? Obtenido de https://www.gob.mx/sfp/documentos/definicion-de-corrupcion
SHPC. (s.f.). Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Obtenido de https://www.gob.mx/hacienda
SIL. (s.f.). Sistema de Información Legislativa. Obtenido de Gobernabilidad: http://sil.gobernacion.gob.mx/Glosario/definicionpop.php?ID=112
SNT. (s.f.). Sistema Nacional de Transparencia. Obtenido de http://snt.org.mx/
TM. (s.f.). Transparencia Mexicana. Obtenido de https://www.tm.org.mx/


INTEGRANTES DEL EQUIPO
  • Bello Alarcón Apolo 
  • Castro Ahuexoteco Alma Delia
  • García Cueto Joan Samuel
  • Mancilla Contreras Itzel Navid
  • Vargas Garcia Ana Coral



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